El Gurumelo (Amanita ponderosa), es una de las setas más precoces de la
temporada, que ya está brotando en el sur. Un buen comestible que en algunas
zonas, como Huelva, no sólo abre la temporada micológica sino que supone diversas
celebraciones en torno a su recolección y consumo.
De porte macizo, con una carne firme y sabor
muy intenso. Yo diría que es como un champiñón elevado a la enésima potencia.
Por eso es una seta magnífica tanto para disfrutarla a la plancha como para
poder mezclar con otros condimentos (ajo, jamón, hojaldre, patatas …) y seguir
destacando.
Su búsqueda es apasionante, ya que, en la
mayor parte de las ocasiones, debemos detectar una simple elevación con
resquebrajamiento del terreno y encontraremos ejemplares aún sin abrir, los más
apreciados. Esto supone un problema de aprovechamiento sostenible, ya que si se
recogiesen todos los ejemplares antes de abrirse no podrían esparcir las
esporas y cumplir su ciclo vital. Lo que con el aumento de la presión de
consumo y recolección debe llevar a una utilización racional y un incremento de
la educación en las buenas prácticas, respetando ejemplares maduros y cambiando
el hábito de consumo hacia los ejemplares abiertos que ya han esporulado.
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Gurumelo escondido |
En la cocina es una experiencia que merece la
pena.
Por desgracia, para los habitantes de la mitad norte, esta seta es termófila, encontrándose en los
encinares de la mitad sur de la península. Es decir, de Madrid para abajo;
Extremadura, Andalucía y algunas provincias de Castilla La Mancha. En zonas
algo más al norte podemos encontrar la Amanita
curtipes, que parece una versión en miniatura del Gurumelo, con menor
aprovechamiento gastronómico.
Debemos tener mucha precaución, pues la
costumbre de sacarla en fase de huevo podría llevar a la confusión, con riesgo
muy grave para la salud, incluso mortal, con Amanita verna.
Abiertas tienen diferencias muy claras, pero no lo
son tanto mientras permanecen cerradas.
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El gurumelo asomando |
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Gurumelo al descubierto |
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Instrumental para extraer gurumelos |
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Gurumelo extraido |
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Gurumelos cerrados |
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Gurumelos abiertos |
El gurumelo en la cocina
Recomiendo consumirlas a la plancha, cortadas en lonchas gruesas, con una picada de ajo, aceite y perejil. Sólo después de consumirlas así, en futuras ocasiones, podemos llevarla a platos un poco más elaborados, como envueltas en hojaldre y asadas, que explicaré pronto.
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