martes, 19 de mayo de 2015

Días de mayo y setas


Días de mayo y setas
Como los campesinos, siempre estamos mirando al cielo y a la tierra, y como para ellos casi ningún año es bueno. Pero fiel a su cita, mayo, nos depara unos días de placer, aunque sea fugaz, como las flores de la peonía silvestre.

Inevitable pensar en Machado, Don Antonio, y aun siendo más prosaicos, nuestro corazón y nuestra cesta, siempre esperan otro milagro de la primavera. Y este año, aunque pronto se ha torcido, nos deparó unos días de setas y flores (también de vino, pero el “priorat” no estaba en el campo, sino en nuestra nevera de campo).
Si un canto me conmueve es el del ruiseñor en la noche cerrada en un árbol del huerto, mientras se oye a los autillos de fondo, y por la mañana la oropéndola, oro y negro con su silbido incitante, y los abejarucos haciendo honor a su nombre (“picabejeros” en mi pueblo) y, por si fuera poco, “el cuco cantando el miedo nos quitó”, mientras los mirlos montan una escandalera al sorprenderlos en el matorral.
Perretxikos, o seta de San Jorge (Calocybe gambosa), colmenillas (Morchella esculenta), seta de las ardillas (Hygrophorus marzuolus), y algunas variedades más (pedos de lobo, entolomas, champiñones…), hicieron de los últimos días de abril y primeros de mayo un momento mágico, también en la cocina (tempuras y menestras) pues, a pesar de lo que piensen algunos, la ciencia si no acabamos haciendo la vida más placentera no serviría de nada.


















2 comentarios:

  1. Cuanta poesía, que bonitas las fotos y que pinta más buena tienen esos platos! Todo un placer compartir vuestra experiencia!

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  2. Echaba en falta una nueva entrada, y ¡por fin! Ha merecido la pena la espera.
    Preciosas fotos y delicioso el comentario.
    Deleitanos con más frecuencia, por favor

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